Soba se encuentra en el extremo sureste de Cantabria, al norte de los municipios burgaleses de Espinosa de los Monteros, Merindad de Montija y Valle de Mena, pertenecientes a la comarca de las Merindades; al oeste de los términos vizcaínos de Lanestosa y Carranza, integrados en la comarca de las Encartaciones; al sur de los municipios cántabros de Arredondo, Ruesga y Ramales de la Victoria; y al este de San Roque de Riomiera, antiguo miembro de la jurisdicción de los Montes de Pas. Sus 214,2 km2 están comprendidos entre las cuencas de los ríos Calera y Miera y en su interior se halla el Parque Natural de los Collados del Asón, un espectacular espacio natural protegido con parajes rocosos en los que nacen los ríos Asón y Gándara, que recorre Soba de este a oeste.
Proclamado ayuntamiento constitucional en 1822, Soba está compuesto en la actualidad por 27 núcleos, que suman un total de 1.529 habitantes. Su economía se basa en el sector agropecuario, que da trabajo a casi el 60% de la población activa. La mayor parte de las explotaciones se dedican a la cría de ganado vacuno, contando este municipio con una de las mayores cabañas de Cantabria.
Historia de Soba
Durante la Edad Media el control del valle de Soba enfrentó a los Ezquerra de Rozas, representantes de los lugareños, y los Zorrilla, valedores de la Casa de los Velasco, señores del valle en virtud de una donación real. Testimonio del poder de aquellas familias son la torre de los Velasco, en Quintana; el palacio de los Zorrilla, en La Gándara; y la torre de los Ezquerra de Rozas, en Rozas. La competencia queda también simbolizada en las iglesias de San Miguel de Rozas y Santa María de Cañedo, la primera promovida por Pedro Ezquerra de Rozas y la segunda protegida por los Zorrilla; ambas custodian notables retablos que alojan dos interesantes series de pinturas renacentistas.