Con el telón de fondo de los Picos de Europa al oeste y Peña Sagra al sur, el valle de Lamasón es el paso natural de comunicación entre los ríos Deva y Nansa.
Ubicado en la comarca Saja-Nansa, limita al norte con el Principado de Asturias y Herrerías, al sur con Cabezón de Liébana, al este con Rionansa y al oeste con Peñarrubia y Cillorigo.
Configurado en 1822 como ayuntamiento constitucional, pertenece al partido judicial de San Vicente de la Barquera.
Por sus 71,2 km2 de superficie se reparten los ocho núcleos de población: Burió, Cires, Lafuente, Los Pumares, Quintanilla, Río, Sobrelapeña y Venta Fresnedo. La capitalidad del municipio recae en Sobrelapeña, que se encuentra a una distancia de la capital regional de 85 km.
De los algo más de mil habitantes con que Lamasón contaba en 1920 ha pasado a los 360 actuales. Así pues, ha sufrido un fuerte y alarmante retroceso poblacional, ocasionado por la elevada edad media de sus gentes y por la migración que ha experimentado.
Se trata de uno de los pocos municipios cántabros cuya economía se asienta principalmente sobre la actividad agropecuaria, aunque algo respaldada por el creciente turismo.
Surcado por dos ríos, Lamasón es un territorio eminentemente montañoso, donde, al abrigo de su rica y variada vegetación, se refugian especies como el zorro, lobo, rebeco, corzo…
Asimismo, su patrimonio artístico también es destacable, pues cuenta con ejemplares del arte románico como la iglesia de Santa Juliana, en Lafuente, e interesantes casonas con solana y soportal. La calidad de su ganado tudanco se pone de manifiesto en las ferias anuales que celebra, en las que es posible escuchar el sonido de la gaita.