El municipio está situado en la zona central de la comunidad. Con una extensión de 33,80 km2 y apenas quinientos habitantes, Miera recibe el mismo nombre que el río que lo atraviesa y forma así un estrecho valle.
El término está a 38 km de Santander y limita con Riotuerto y Liérganes al norte, Arredondo al este, Santa María de Cayón al oeste y San Roque de Riomiera al sur.
Miera dispone de interesantes yacimientos arqueológicos, como las cuevas de Piélago I y II, Rascaño y El Salitre, que ofrecen pruebas de la presencia humana en el municipio durante el Paleolítico, algunas de ellas con secuencias completas de los periodos Auriñaciense, Magdaleniense y Aziliense.
En el ámbito patrimonial destaca en el municipio la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, en La Cárcoba, el hotel París, en Mirones, y las cabañas ganaderas de tipología pasiega que salpican las praderas.
En el ámbito natural, posee una gran belleza paisajística que se caracteriza por sus relieves calizos agrestes, que proporcionan una topografía irregular a sus laderas. Sobresale el roquedo de Enguinza (964 m).
Cabe destacar también el río Miera, uno de los que articula en valles el territorio de Cantabria, que a su paso por el municipio forma un estrecho valle encajado entre Mirones y Mortesante.
Miera ha experimentado en los últimos decenios un importante descenso en sus efectivos demográficos ocasionados por la caída de la natalidad y los saldos migratorios negativos, lo que motiva que su población se encuentre muy envejecida.