El valle de Meruelo se encuentra en el centro de la comarca de Trasmiera, atravesado por el río Campiazo. Este curso fluvial penetra desde Escalante por el sureste, alimentado por los arroyos Inceras y Pleito, que descienden entre montes hacia Hazas de Cesto y Ribamontán al Monte, y sale por el norte, como línea divisoria de Bareyo y Arnuero.
En su margen occidental, más accidentada, se encuentra San Bartolomé de Meruelo, y en el oriental, San Mamés y la capital, San Miguel de Meruelo, asentados en un paisaje de llanuras y pequeñas lomas, que recorre el arroyo de Cantarranas y cierra por el norte la sierra del Molino de Viento.
Los tres núcleos de población que componen el municipio formaban parte de la Junta de Siete Villas, una de las cinco que integraba la Merindad de Trasmiera.
Como en otros lugares de esta comarca, fueron muchos los vecinos de Meruelo que durante la Edad Moderna trabajaron como maestros canteros, ensambladores, escultores, doradores, campaneros… en obras civiles y religiosas emprendidas a lo largo y ancho de la Corona de España.
Representante y culmen de esta tradición es Marcos de Vierna Pellón, que alcanzó el influyente cargo de comisario real de Guerra y director de puentes y caminos del Reino en el siglo XVIII.
La impronta de los maestros canteros de aquel tiempo se puede ver en las parroquiales de las tres localidades: San Miguel, San Mamés y la más humilde: San Bartolomé. Testimonio de los campaneros, otra de las profesiones en la que sobresalieron los vecinos de Meruelo y el resto de la Junta de Siete Villas, es la colección de campanas de los hermanos Portilla, custodiada en el Museo de la Campana, en el cual se exhibe medio centenar de ejemplares, realizados entre el siglo XVI y el XX. Un lugar que no debes dejar de visitar.