La Torre de Linares cuyo acceso se ubica junto al Ayuntamiento de Peñarrubia, en el pueblo de Linares. Torre Castillo de la época del Siglo XV.
Torre de planta cuadrangular, de unos 9 m. de lado, y con cuatro alturas rematadas por almenas cuadradas (14 metros de altura). La fachada principal es la sureste, con una puerta de más de 2 m. de altura en arco apuntado, una ventana ajemizada y una tronera en el primer piso.
En el resto de las fachadas hay otras ventanas, aspilleras en su mayoría, y saeteras, casi a ras de suelo.
Se sitúa en posición estratégica dominando el desfiladero del río Deva a su paso por la Hermida y el valle de Lamasón. Conforma, junto a las torres de Verdeja y de Piedrahita, un notable conjunto defensivo. En 2003 se concluyó su restauración y rehabilitación como oficina de información turística y punto temático sobre la vida en la Edad Media.
El proyecto, impulsado por el Ayuntamiento de Peñarrubia, fue sufragado por la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de Cantabria y, principalmente, por el programa Leader Saja-Nansa. Actualmente constituye uno de los destinos turístico-cultural más sobresaliente de la comarca Saja-Nansa.
Características
La Torre del Pontón, se erigió entre el siglo XIV y el XV. Es una torre-cubo de planta cuadrada, basada en piedra de sillería; con una altura de 14 metros… tiene una puerta de acceso apuntada, grandes dovelas y almenas; su interior se distribuye en cuatro alturas. La primera sería originalmente el establo, la segunda el granero, a continuación vendría la planta noble, en la que habitaría el señor, y por último la zona de las almenas.
Torre de Linares en Peñarrubia
La Torre de Linares, constituye uno de los monumentos medievales más representativos de Cantabria occidental, símbolo del feudalismo de esa época y de la importancia estratégica e histórica que esta zona septentrional de la Cordillera Cantábrica tuvo en toda la Edad Media.
Se trata de una torre de planta mas bien rectangular, de 9,30 por 8,40 m de lado y 14 m de alzado. Fue construida con aparejo de sillarejo, empleándose la sillería con esquinales y vanos, todo ello a base de piedra arenisca autóctona y mortero artesanal realizado con cal y tierras locales. Cimentada directamente sobre un estrato de roca, presenta una estructura de solida, a lo que debe sumarse la presencia de almenas y saeteras, todo lo cual le confiere un aspecto robusto, propio de su carácter marcadamente militar.
En su interior posee hasta tres pisos bien diferenciados, con una planta baja, con un piso a modo de altillo sobre la misma, un segundo piso dedicado posiblemente a residencia y una azotea almenada, desde donde se controlaba visualmente el contorno. Hay que destacar los vanos, en especial la puerta y la ventana seminada de la fachada principal, ambos con arcos ojivales de estilo Gótico que sitúan el origen de la torre a finales del siglo XIV o mas probablemente a comienzos del siglo XV.
La Torre del Pontón, solar originario de la estirpe de Los Linares, posee Declaración de Bien de Interés Cultural desde 1992. El paso natural entre las cuencas de los ríos Deba y Nansa, a través de Peñarrubia, constituyo un punto de alto valor estratégico durante toda la edad media.
Posiblemente a finales de S.XVIII se establece la primera estructura militar de control. El castillo Altomedieval de la “Bolera de los Moros”, ubicado en lo alto del monte Santa Catalina, y que dominaba tanto el desfiladero como los vallejos colgados de Peñarrubia.
A este castillo pronto de sumarse las originarias de Torres-Cubo de Berdeja, Piedrahita y el Pontón, las cuales durante la época de inestabilidad en que se vio sumida la zona durante la Baja Edad Media, pasaron a convertirse en elementos de control y prestigio de la familia de Los Linares. Linaje dominante de la zona durante la Edad Media y Moderna.
De todo este sistema tan solo se conserva tan solo la torre del Pontón, posiblemente la que mas tiempo permaneció en uso. de hecho, se sabe que, en el siglo XVIII, aun era residencia de la familia de Los Linares, señores de Peñarrubia y La Hermida.
Del resto solo se conservan sus cimientos, la Torre de Piedrahita, situada a 620 m. de altitud, y a apenas 500 en línea de esta, y la Torre de Verdeja, junto a la carretera autonómica, a 440 m. de altitud, en el barrio del mismo nombre del mismo pueblo de Linares.
Nos gusta decir que es una de las torres mejor conservada y restaurada, tanto exterior como interior, que he conocido en el norte de España. Se ha realizado un trabajo de ambientación de la torre, extraordinario, respetando las aturas de los pisos y ambientando su interior con mobiliario y armamento bélico (replicas).