Municipio costero, está situado entre Comillas y Alfoz de Lloredo, a 43 kilómetros al oeste de Santander. Los ocho núcleos que lo conforman –Casasola, Concha, La Iglesia, Liandres, Pando, Ruilobuca, Sierra y Trasierra– abarcan una extensión de 14,7 km2, sobre los que se asienta una población de poco más de 750 habitantes.
El nombre de este término, que perteneció al valle de Alfoz de Lloredo y como integrante de éste formó parte de la provincia de los Nueve Valles, deriva de la denominación fluvial ‘Río de la Loba’, lo que explica que en el centro de su escudo se plasmara la figura de este animal.
Las actividades agropecuarias, antes base fundamental de la economía municipal, han perdido peso en favor del sector terciario, que se ha visto favorecido por la proximidad a destinos turísticos de primer orden en la región, como son principalmente Santillana del Mar y Comillas. Esta circunstancia ha conllevado el desarrollo del sector servicios y la implantación de infraestructuras hosteleras.
Desde el punto de vista folclórico, goza de reconocida fama la ancestral danza de las lanzas, que se baila en la festividad de Los Remedios (2 de julio), una de las más destacadas del municipio. Precisamente, la ermita en la que se venera a esta imagen, obra del ruilobano Casimiro Pérez de la Riva, constituye uno de los edificios religiosos más relevantes del municipio, como lo es también la iglesia de Nuestra Señora de La Asunción, cuya reforma se llevó a cabo en el siglo XIX, bajo la dirección del citado arquitecto. Otra fiesta señalada es la de ‘El Mozuco’, que se celebra el 9 de septiembre e incluye una popular peregrinación hasta la ermita de La Caridad, en el vecino término de Udías.
En cuanto a la arquitectura civil, son especialmente destacables la torre de Trasierra, en la localidad del mismo nombre, y la casa de los Reyes, en Liandres; así como las alineaciones de viviendas populares y las construcciones levantadas por los indianos.